Además de buenos deseos y propósitos a (in)cumplir, el comienzo de un año también suele traer consigo predicciones. Y no estamos hablando del tarot a altas horas de la noche. A continuación, te presentamos algunas de las tendencias de consumo que los expertos* auguran para este 2014.

  • Las marcas con conciencia se popularizan. Es lo que trendwatching.com llama “estatus libre de culpa”. Los consumidores ya son conscientes de las consecuencias de sus opciones de consumo y, a menudo, se sienten culpables. Las marcas que proporcionen estatus sin culpabilidad (cuidado, no se trata de lavar la conciencia del consumidor sino de ser sostenibles y éticos de verdad) van a tener un gran crecimiento.Tesla y sus coches eléctricos son un buen ejemplo. Otro es Liberty United, una línea norteamericana de joyas realizada con balas y armas retiradas de las calles por las autoridades locales. Además, la firma dedica parte de sus beneficios a ONGs que luchan por la reducción de los delitos cometidos con armas de fuego.
  • La gente moldea los productos y servicios y se generaliza la participación de los conectados (crowd participation). Cada vez hay más gente dispuesta a compartir sus gustos y preferencias. Aparecen nuevos productos y servicios que se benefician de esta disponibilidad y ubiquidad. Kickstarter, Uber o Spotify son marcas que ya participan de esta tendencia pero, además, observa atentamente a CheckinDJ, un jukebox que se aprovecha del crowdsourcing y selecciona la música que va sonar en un local según las preferencias establecidas por los clientes que se encuentran en el mismo y que se han registrado previamente. Otro ejemplo es Kutsuplus, un servicio de minibús que los residentes de Helsinki pueden solicitar a través de su teléfono móvil y en el que indican el origen y el destino del trayecto, así como sus preferencias de ocupación (solo o con más viajeros), mientras Kutsuplus calcula la ruta más eficiente para las paradas múltiples (9 viajeros máximo).»Pero, ¿y la privacidad?», te preguntarás. Cierto, tanto dato compartido puede levantar ampollas pero según un estudio de Coleman Parkes de abril de 2013, el 57% de los consumidores están dispuestos a compartir información personal a cambio de un mejor servicio o beneficio económico.
  • El Yo cuantificado (the Quantified Self) o la mente es el nuevo cuerpo. La idea de que podemos monitorizar nuestro cuerpo a través de datos que generamos nosotros mismos cobra cada vez más fuerza. La tecnología se pone a nuestro servicio para ayudar a relajarnos, mejorar nuestro rendimiento, controlar nuestra salud, etc.Por ejemplo, Melon es una cinta inteligente que se coloca en la cabeza para monitorizar y entender mejor nuestro nivel de concentración. En una línea similar aparece una app, Shadow, que permite a sus usuarios recordar sus sueños y sus patrones de sueño para que puedan establecer conexiones entre su vida onírica y la real.
  • Relacionado con el punto anterior llega la siguiente tendencia. La internet de las cosas que cuidan de nosotros. Sensores en cualquier sitio que mejoran nuestras vidas. Cada vez más, los consumidores esperan un mundo interactivo. Candados que te reconocen y abren y cierran la puerta a tu paso, sensores en los transportes públicos que deducen automáticamente el importe de tu billete, coches que intercambian información para evitar accidentes. You name it.La empresa española Electric Mobility Company ya ha desarrollado una motocicleta híbrida, la Xkuty One, que alerta a los familiares del conductor en caso de accidente y la canadiense OMsignal ha anunciado el lanzamiento de una camiseta que monitoriza el ritmo cardíaco, la respiración y el movimiento.
  • No Data o cómo proporcionar un buen servicio sin recopilar demasiada información del usuario. El 82% de los consumidores creen que las empresas recogen demasiada información acerca de sus clientes. Las marcas que consigan el equilibro entre proporcionar un buen servicio sin ser percibidas como vampiros de la información, se ganarán la confianza de los consumidores.
  • Ecológico y chino. Los consumidores occidentales tenemos la percepción de que Made in China significa poco ecológico. China se ha puesto las pilas y se está esforzando por ser uno de los líderes en eco-innovación. El metro de Pekín (Beijing), por ejemplo, dispone de máquinas expendedoras que ofrecen descuentos en los pases de viaje por cada botella de plástico que se deposite en ellas. La Academia China de las Ciencias ha diseñado una ventana inteligente que puede ahorrar y generar energía. Las diferencias competitivas de las marcas occidentales con las marcas chinas se reducen. Además, los asiáticos esperan encontrar las marcas que les son familiares en los lugares que visitan.

 

¿Nos vemos dentro de un año y comparamos notas?

 

* Fuentes: Ericsson Hot Consumer Trends 2014, trendwatching.com, Looking Further with Ford Report.