No por más repetidos dejan de ser importantes. Los fundamentos en los que una marca debe basar su actividad en las redes sociales son conceptos teóricos que todos conocemos aunque no siempre sea posible aplicarlos en la práctica. Siendo realistas, hay ocasiones en las que las características propias de una marca, su público, la realidad presupuestaria o el día a día en el trabajo se interponen en las buenas intenciones iniciales.

Pero no por ello debemos olvidar que, en las redes sociales, el punto de partida está en:

  1. Integrar estrategias. Si marketing, relaciones públicas, punto de venta, publicidad, fidelización o cualquier otro departamento implicado se mueven en la misma dirección, los resultados positivos se multiplican.
  2. Escuchar y responder. La capacidad de opinar, alabar y criticar se encuentra en manos de los usuarios y la clave está en que todo el mundo tenga acceso a esta posibilidad. Si nos preguntan, qué menos que responder.
  3. Ser relevante. Los contenidos se ofrecen para que resulten interesantes a la audiencia, ya sean generados por la propia marca o por otros. Hay todo un mundo en nuestras manos esperando a ser compartido.
  4. Ofrecer promociones. Concursos, cupones de descuento, ventajas, sorteos, regalos directos… A nadie le amarga un dulce.
  5. Cuidar el mensaje. Es importante qué se dice, pero también cómo se dice. El tono y el lenguaje definen a la marca, de modo que escribir correctamente resulta imprescindible.