Hace unos años eran pocas las marcas que confiaban en las influencers. ¿Realmente funcionan? ¿Cuál es el retorno de inversión? ¿Tiene sentido invertir en campañas con ellos? ¿Es rentable para una pyme? Estas y muchas más preguntas han ido desapareciendo poco a poco de la mente de las empresas. De hecho, podemos afirmar que 2019 ha sido el año en el que las influencers se han consolidado como herramientas de branding y publicidad.

Las influences son las principales prescriptoras entre los usuarios de 25 a 34 años.

Según un informe que ha realizado Klear, las campañas con influencers han aumentado un 48% respecto a 2018. El estudio ha podido comprobar que se han publicado más de 3 millones de posts utilizando el hashtag #ad. Las marcas, sobre todo las de moda, viajes, fitness y beauty, ya no temen enfrentarse a este sector porque invertir en prescriptores digitales funciona. Los usuarios, sobre todo los de 25 a 34 años, se fían de las recomendaciones de las influencers (el 84% son mujeres) que siguen y son sus principales prescriptoras en el momento de tomar una decisión de compra.

El poder de convocatoria e influencia que tienen estas celebridades de internet es muy elevado. Un claro ejemplo lo encontramos cuando una influencer habla de algún producto en sus redes y se agota en pocas horas. Un ejemplo reciente lo encontramos con Laura Escanes y 21buttons: la influencer cerró una colaboración con la red social de moda en la que todos los suscriptores de 21 Buttons Looks by Laura Escanes, recibían una pack con sus productos favoritos. Minutos después de que Escanes anunciara la colaboración, la web para suscribirse se colapsó hasta tal punto que el problema técnico no se pudo solucionar hasta al cabo de un día.

Y es que las campañas con influencers son una buena herramienta de marketing porque son versátiles, moldeables y proporcionan un gran abanico de posibilidades para comunicar y publicitar la marca o el producto en cuestión: unboxings, testeo de producto, paso a paso, concursos, brand content explicando sus beneficios… Además, los canales utilizados son diferentes unos de otros, por lo que se pueden conseguir campañas muy dinámicas y visualmente atractivas por poco dinero. Instagram Stories, por ejemplo, es uno de los canales que más se está utilizando en la industria de la cosmética para promocionar sus productos a través de colaboraciones con influencers, ya que es una vía para llegar de manera rápida a los usuarios y no requiere de una inversión muy elevada.

El tamaño sí importa

Hay muchos tipos de influencers, no todas tienen la misma cantidad de seguidores y no todas hablan de los mismos temas, por lo que es muy fácil crear una campaña a la medida del presupuesto de cada marca. De hecho, según el informe de Klear, las microinfluencers (con menos de 30.000 seguidores) son las más solicitadas y realizaron hasta el 90% de las campañas de colaboración con marcas. Las microinfluencers son más económicas –lo que permite contratar a más–, trabajan con pocas empresas y tienen una base de seguidores más comprometida.