La palabra brainstorming surge en el mundo de la publicidad, pero hoy en día es usada en muchos ámbitos, debido, posiblemente, a su significado literal, que se traduce al castellano como “lluvia de ideas”. Es indudable que esta técnica puede ser muy útil para resolver bloqueos a la hora de buscar soluciones.

En el día a día de las agencias, este tipo de reuniones son habituales. Cada vez que llega un brief de un cliente con una nueva petición para un lanzamiento, cambio de estilo o el diseño de una nueva estrategia, el engranaje de la maquinaria se pone en marcha para encontrar la mejor propuesta que responda a las necesidades que se plantean y que, además, enamore tanto al cliente como a sus consumidores.

Pero, ¿cómo hay que organizar una sesión de brainstorming verdaderamente productiva? ¿Vale todo? Hemos sintetizado los 10 puntos más importantes a la hora de llevar a cabo una lluvia de ideas de forma eficaz:

1. Define y concreta el problema a resolver, el objetivo a alcanzar o la necesidad a cubrir.

Es imprescindible que el brief sea claro, conciso y que estén bien definidos los objetivos. Por ello, si tienes dudas, es mejor preguntar al principio todo lo que sea necesario. Antes de empezar a lanzar ideas, es importante definir cuál es el problema al que esas ideas deben aportar. Ayudará mucho a estar bien enfocados y ser más productivos.

2. Crea el grupo adecuado de personas.

Un grupo demasiado grande resultará caótico y difícil de organizar. Escoge un máximo de 5-7 personas, con perfiles diferentes y no demasiado acostumbrados a trabajar entre sí (a ser posible), pero con la confianza suficiente para poder hacerlo. La variedad del grupo hará más ricas y diversas las ideas.

3. Estimula a los participantes.

Presenta datos del sector antes de la sesión, propón dinámicas que saquen a los participantes de su forma de pensar habitual. ¿Cómo sería la industria de nuestro cliente si algo muy loco sucediese? Deja que la gente se sienta libre de responder.

4. Elimina el juicio de la sesión. ¡Prohibido criticar!

En un brainstorming nunca sabemos qué idea loca va a inspirar a la siguiente, y a la siguiente, y a la siguiente. No juzgar ni censurar una propuesta por muy loca o rara que sea es importante para mantener el clima de confianza y libertad creativa. Además, nunca sabemos dónde ni cuándo surgirá ese clic que hará que encontremos la solución perfecta. Jugad, dejaos llevar, soltaos, fluid.

5. Busca un espacio adecuado y estimulante.

Es importante que los participantes se sientan cómodos y, a la vez, tengan a su alcance todos los elementos que necesiten para desarrollar sus ideas.

6. Haced parones para pensar en silencio.

Es importante asimilar las ideas que van surgiendo e intentar no solapar demasiado unas con otras. Para ello, es útil hacer pequeños breaks de silencio que todos los miembros han de respetar antes de volver a poner ideas en común.

7. Apuntad todas las ideas que surjan.

Es necesario apuntarlo todo. Puede haber una persona encargada de anotar y ordenar las ideas que surjan. Armaos con una pizarra, post-it de colores, folios, un ordenador, tablet… lo que sea para escribirlo todo y diferenciarlo visualmente.

8. Votad de manera democrática las mejores ideas

De esta manera  podréis darles forma entre todos. Seguid filtrando hasta seleccionar la mejor, aunque sea en varias sesiones.

9. Poneos un plazo de tiempo.

Sin prisa pero sin pausa. Si dejamos pasar demasiado tiempo, las cosas se enfriarán. Definid bien todas las sesiones en el tiempo y poned una fecha para presentar la solución, esto os ayudará a planificar y aprovechar los recursos.

10. Agradece sinceramente la aportación de todos los miembros del equipo.

Esto será muy motivador para la gente de cara al siguiente braimstorming. Además, todos harán suyo el proyecto para afrontarlo con motivación.