Hemos hablado muchas veces sobre social media (ya que es uno de los temas principales sobre los que hablamos en este blog); te hemos contado cómo ser un auténtico community manager, te hemos enseñado las 10 herramientas imprescindibles para gestionar nuestras redes sociales que luego hemos completado con otras cuantas más para tratar de que tengas el mayor número de recursos que te faciliten la vida. También te hemos dado las claves para crear estrategias exitosas en las redes y cómo sacar provecho de ellas si lo tuyo es una pyme. En definitiva, si te das una vuelta por el blog, encontrarás un montón de entradas con trucos y consejos para sacar partido a tus redes sociales, pero lo cierto es que hasta hoy no habíamos hablado sobre el principio de todo, sobre cómo elaborar un plan de social media que nos permita partir de unos cimientos fuertes, prepararnos para la batalla (en sentido figurado, claro), y lanzarnos al combate bien equipados y seguros de lo que tenemos que hacer y cómo hacerlo. Para todo esto, es necesario tener claro cada uno de sus puntos, no desviarnos del camino trazado y avanzar con paso firme.

Así pues, veamos los pasos fundamentales para elaborar un plan anual de social media:

  • Igual que en un plan de marketing convencional, es bueno elaborar un análisis DAFO de nuestra empresa para detectar las Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades que tenemos en nuestro mercado. Elaborar un DAFO, bien hecho, siendo exhaustivos, sinceros y analizando a fondo cada uno de los puntos, resulta un ejercicio francamente útil, que no solo vendrá bien al responsable de los medios sociales, sino que podrá aprovecharse también para otras cuestiones.
  • Si hacemos un benchmark para analizar a nuestra competencia podemos ir viendo qué cosas tenemos en común con cada uno de nuestros competidores y qué cosas nos diferencian, cómo lo están haciendo ellos en relación a nosotros. Esto nos permitirá, por un lado, tenerlos bien identificados, ver qué cosas han hecho ya y han funcionado o no, para no repetir los mismos errores (aprovecharnos en cierta forma de su experiencia) y, por otro lado, buscar los huecos en los que nosotros podamos hacernos fuertes (diferenciarnos de ellos, tratar de ser únicos, originales).
  • Conocer a nuestra audiencia: debemos responder a preguntas como ¿quiénes son? ¿Dónde están? ¿Qué les gusta? ¿Qué tipo de lenguaje utilizan? ¿Qué buscan de empresas como la nuestra? ¿Qué información necesitan? ¿Cómo prefieren contactar con empresas como la nuestra? Todos estos interrogantes nos darán una información valiosísima sobre cómo y a quién dirigir nuestras comunicaciones a través de los medios sociales. También será el primer paso para decidir qué redes sociales debemos utilizar y cuáles debemos descartar.
  • Fijar los objetivos que queremos lograr. Los objetivos han de ser concretos, concisos, medibles. Si se busca aumentar las ventas, por ejemplo, es interesante marcar el porcentaje de aumento que queremos lograr en el año.
  • Definir los KPIS (Key Performance Indicator). Estos indicadores nos proporcionarán información sobre lo que estamos haciendo bien o mal, sobre si estamos cumpliendo los objetivos marcados. Decidiremos qué métricas nos serán útiles para saber si estamos avanzando en la dirección correcta.
  • Establecer una estrategia clara de actuación. Aquí ya tendremos que haber decidido qué redes sociales vamos a activar, cómo vamos a actualizarlas, la frecuencia de actividad, calendarizar acciones puntuales que vendrán marcadas por momentos importantes de nuestra empresa o del propio mercado (por poner un ejemplo, si tenemos una tienda e-commerce, tendremos que tener clara la estrategia y maximizar los esfuerzos en épocas de picos de consumo, como pueden ser las navidades o rebajas).
  • Implementación o puesta en marcha. Aquí es donde nos metemos en harina, donde nos ponemos manos a la obra y ejecutamos el trabajo teniendo en cuenta todos y cada uno de los puntos anteriores.
  • Observación, monitorización, evaluación y control. No hay que dejar nunca de observar nuestro entorno, de controlar lo que se dice de nosotros en internet, de tener identificados a nuestros influencers y detractores y analizar lo que ocurre. Tener siempre todo esto bajo control es sin duda la mejor opción, entre otras cosas, para obtener el ROI esperado.

Como ves, son una serie de puntos sencillos pero que sin duda conforman la clave del éxito. Si quieres aportar algún detalle más, no dejes de hacerlo aquí justo debajo, en nuestros comentarios.